Por Calamaro

Domingo de cante grande

Cronicas

48 horas en la crema de la canción y la leyenda.

Qué noche espléndida la del domingo 3 de marzo, qué proximidad al arte grande, mis compañeros cantantes, la orquesta sinfónica, el mariachi, los músicos, la dirección de mi querido Carlos N. Cristián me presentó como “El Cervantes del rock argentino”; justo antes, Plácido Domingo -el homenajeado ese día en Guadalajara, México- cantaba Granada.

Entonces: la leyenda viva que reunió el Canto Lírico (con mayúsculas) y la música popular en este idioma, cantó Granada y presentó a Cristian, que me presentó a mí, cantamos Paloma con inspiración (y muy buen sonido en el escenario), me quedé solo para cantar Flaca, con unos músicos muy buenos, ensayados por Carlos, le di la mano a cada uno de los músicos, mientras Plácido Domingo entraba al escenario para agradecerme por este servicio grande a la música en Guadalajara, me quité los anteojos, le di un abrazo y le di las gracias (al oído) por tanto que hizo en el arte.

Antes de cantar, nos juntamos a conversar con Juanes, que es amigo mío, vino a saludar Ana Torroja y conversamos de cuestiones mas políticas, por así decirlo; vino a saludarnos Emanuele y contar que había ofrecido 54 recitales en el Auditorio Nacional.

Cuánto respeto. Hasta los músicos de la orquesta filarmónica-sinfónica, y los mariachis, pidieron sacarse fotos conmigo.

Saludé al operador de sonido en el escenario y los asistentes, a los músicos, uno por uno.

Epica

El final fue de apoteosis, Alejandro Fernandez con mariachi reforzado, Alejandro con Plácido cantando, de charros, la gran canción popular ranchera; y un cierre, con varios cantantes y el gran maestro, cantado Bésame Mucho.

Qué bien me sentí en el escenario y al costado del escenario, mi hábitat desde el siglo pasado.

Caminamos juntos, de los camerinos hasta el escenario, con Cristian, somos amigos pero nos conocimos esta tarde. Justo antes de cantar, con la orquesta, conversamos con Juanes de la música colombiana. Llegó Alejandro, que fue el anfitrión de la velada, nos abrazamos hasta que chocamos las cabezas como los vikingos, nos agradecimos.

El final fue de apoteosis, Alejandro Fernandez con mariachi reforzado, Alejandro con Plácido cantando, de charros, la gran canción popular ranchera; y un cierre, con varios cantantes y el gran maestro, cantado Bésame Mucho.

Cuando las cosas salen bien hay que saberlo y decirlo, porque hace falta mucha gente para armar semejante concierto, con una orquesta de ochenta músicos, mariachi reforzado y grupo (…) Me lo advirtió Diego cuando nos saludamos para fin de año, este es mi tercio de maestranza, no hay que demostrar mas nada, hay que inventar arriba y abajo del escenario.

Probablemente Diego dijo que: Hay que inventar adentro y afuera de la cancha. Como los maestros (…) Entre el gran lírico, los del canto grande y la balada, entre la sinfónica y los mariachis, le pusimos lo que sabemos hacer: le pusimos onda y expresión. Y todo el mundo se dio cuenta!

Hasta el director de la orquesta vino a saludarme y hacerme saber que había distinguido eso, eso que no tiene nombre; lo que para los andaluces es el duende. No se como (se como) pero saque buena nota cantando después de Plácido Domingo. Hubo testigos. Gracias entonces a México, a Carlos, Plácido Domingo, Alejandro Fernandez y todos (cada uno) de mis amigos, compañeros, de profesión: músicos, artistas, cantantes, orquesta sinfónica, mariachis buenos, operado…

Me lo advirtió Diego cuando nos saludamos para fin de año, este es mi tercio de maestranza, no hay que demostrar mas nada, hay que inventar arriba y abajo del escenario.

Besame mucho

El BIS fue Bésame Mucho …Con orquesta y cantantes.

Habían un par de bailarines clásicos grosos, algunos cantantes estaban guardados en los camerinos o seguían viaje en sus giras. Bien, cantamos el bolero grande.

En un momento, Plácido me mira y me hace unas señas con las manos (diciendo) “arriba” … Eso quiere decir que la canción modula, que sube de tono pero tampoco sabemos exactamente el “intervalo” (una canción puede modular un tono, un tono y medio, cuatro tonos, etcétera).

 Lo que hay que hacer es no seguir cantando en el tono en que el bolero empezó, estar atento con oreja y actitud. En el escenario éramos cantantes y otros “especialistas”, al lado mío estaban los formidables bailarines de ballet clásico (que no cantaban).

En un momento, Plácido me mira y me hace unas señas con las manos (diciendo) “arriba” … Eso quiere decir que la canción modula, que sube de tono pero tampoco sabemos exactamente el “intervalo” (una canción puede modular un tono, un tono y medio, cuatro tonos

El mismo día (domingo) habíamos ensayado una versión de Paloma con un especialista en baladas, que tenía preparada una versión de Juan Gabriel para desplegar todo su caudal vocal. Pasó algo bastante gracioso; antes de cantar estábamos hablando de la calidad del público de Guadalajara y su buen gusto para el consumo cultural. (los directores de cine premiados son de Jalisco, y el tequila es del mismo estado). Bien, Cristian subió al escenario y agradeció a la “provincia” … Pero Jalisco es un “estado”, y no cayó muy bien el tropiezo del cantante. Lo acababa de presentar Plácido y metía una gamba … La mayoría de los cantantes usamos unos auriculares invisibles, eso no permite escuchar la reacción del público en su totalidad. Lo que nos importa es escuchar lo necesario, y suficiente, para interpretar con inspiración y contentos. Sinceramente no me consta el alcance del enfado del público “tapatío” …

Todos sufrimos percances en el escenario, o en el escenario de la vida; son cosas que después (dos días después) recordamos con agridulce alegría. Bueno, mi amigo termino de cantar y me presentó (como “el Cervantes del rock argentino), juntos cantamos Paloma … por expreso pedido del “gallo rubio”. Lo que hice fue remar para que salga bien, nunca la habíamos cantado juntos. En realidad, nos conocimos en mismo domingo por la tarde. Además me gusta tener contacto visual con los músicos; acordarme que hay músicos detrás nuestro tocando. Ni más ni menos.

Entonces: cantaba poniéndole onda a mi anfitrión-invitado, mirando cómplice, y agradecido, a los músicos; y para el público.

Cuando terminamos pedí agua, tenía la boca seca. En estos eventos parece que todo va de prisa, quise poner una pausa, decir algunas cosas y … tomar agua. Dije que en Guadalajara los directores de cine “ponen a Hollywood de rodillas” y que “en esta tierra el agua es tequila”.

Después canté otra de mis canciones, cuando terminé le di la mano a cada uno de los músicos (que eran seis), mientras tanto, el legendario tenor universal, estaba en el escenario para agradecerme por estar (eso se ve en la foto), quise sacarme mis anteojos para mirarle a los ojos. Plácido Domingo es todo. Tenerlo al lado es formidable. Es una leyenda, dirige orquestas, es un músico artista de la categoría que todos conocemos; pero en persona es … incluso mas. Diría que tiene mas ROCK que cualquiera de los músicos y cantantes en Guadalajara el domingo. (Domingo).

El tenor está en la mesa de las leyendas mal. Lo sabe todo y, supongo, que está atento para darse cuenta de todo. Hay mucho para contar de, apenas, dos días, Leí Serotonina entero (normalmente escribo todo el día), eso es otro capitulo por las coincidencias terribles que encuentro en la novelas del misántropo francés. Inconfesables.

Plácido Domingo es todo. Tenerlo al lado es formidable. Es una leyenda, dirige orquestas, es un músico artista de la categoría que todos conocemos; pero en persona es … incluso mas. Diría que tiene mas ROCK que cualquiera de los músicos y cantantes en Guadalajara el domingo

Un dolor de muelas tremendo incluido. Antes de cantar conversamos con colegas de diferentes nacionalidades, en confianza hablamos de impuestos, y como hacemos para sobrevivir a hacienda: That´s rock n roll. Cuando caminábamos al escenario, Cristian me dijo “No hay nada peor que ser joven” … Muy divertido. Bueno, ya no puedo escribir más porque .. es mi momento cannabico del día tarde noche … después la seguimos. Ya en casa le escribí a Jimmy para contarle …”the guy s a legend, a true legend, Mega singer” …. Jimmy (que tocó con Jagger, Verlaine y Jerry Lee Lewis) me contesto : “He’s probably saying the same about you right now !” … Love u Jimmy. 
Perdona la longitud del párrafo pero “vivimos para adelante y para los costados”  

Cristian me dijo “No hay nada peor que ser joven”

Serotonina y regreso  

Caramba, ayer me leí Serotonina entero. Me estaba costando leer tranquilamente un libro, el comienzo de año fue intenso y me encontró escribiendo mucho. Serotonina para escrito por mi y para mi. No tengo el oficio, ni el talento, de MH, que es la gran estrella cultural del mundo; como lo fue Sartre en su tiempo.

En esta novela, de reciente publicación mundial, MH da en mis propios clavos y me crucifica con un final abierto pero tampoco tan (abierto). Me cuesta confesar las coincidencias de esta ficción con mi propia vida, porque me abruman. No soy francés ni agrónomo, ni tengo una 4x4 Mercedes, ni bebo licores ni fumo tabaco. Casi todo lo demás me lo aplico. Ya me sabía identificado con el misántropo mas celebre en el mundo, pero nunca a estos niveles.

Incluso detalles muy personales parecen calcados de mi propia vida. Anoche volvíamos de México con mi representante, en la fila 4 de un avión de Aeroméxico. Aunque vuelo muchas horas todos los años, llego destartalado de estos vuelos de muchas horas, para palear mi insomnio consumo medicina recetada y consigo dormir, pero nunca termino de acostumbrarme.

Otro punto es la comida de los aviones, casi siempre me gusta: una pequeña bandeja con buenos alimentos, no tengo ningún drama con la comida de los aviones, pero no siempre es proporcional al precio de estos pasajes; un viaje en clase turista cuesta arriba de mil euros, casi dos mil … En clase ejecutiva, son tickets de casi cinco mil euros. Es el precio de una habitación en un hotel de cinco estrellas, y deberían servir buena comida. Tampoco se come mal pero la calidad no es proporcional el precio. A veces contemplo mi oficio y concluyo que lo que realmente hacemos es viajar, trasladarnos. Estamos casi dos horas tocando y cantando, el resto del tiempo somos un grupo de personas viajando, esperando en hoteles, haciendo trámites de migraciones y aduanas, llegando al hotel, etcétera. Bien, anoche le explicaba a mi representante porqué me gustan tanto las novelas de esta estrella de la cultura, el excéntrico francés. Es inevitable adivinar al autor detrás de estos personajes, aunque el novelista  encarna personajes que estudia (estudia los oficios en internet para darle veracidad al relato), creemos que lo estamos leyendo a el. Siempre entre Francia y España, con la priva y el tabaco, con sus relaciones sexuales y sentimentales. El existencial. Pero Serotonina ya es demasiado, demasiado parecido. A el mismo o a mí mismo. Por mucho que intente encarnar a un agrónomo y hablar de quesos y producción láctea, siempre es el. Lo peculiar es que me encuentro identificado con casi todo, con prácticamente todo. Y hay detalles de un parecido espeluznante. Volviendo a la persona y la literatura, un detalle que no tendría importancia ni no estuviera comentando Serotonina (o cualquiera de las novelas del astro francés): Casi todos los días me escriben muchachas, aunque casi no nos conocemos me escriben insólitas declaraciones de amor. Que necesitan olvidarme, que me extrañan mucho; alguna se explaya con cursilerías seudo intelectuales, otras oscilan entre el desprecio y un amor insólito.

El amor es una construcción de dos personas, eso si existe, lo demás es literatura adolescente; poco mas que una estafa cerebral impregnada de verbo.

Extraño tu cuerpo, necesito olvidarte. Eso me escribe una muchacha que vi dos o tres veces en mi vida.

Yo sigo aferrado a lo perdido, como el novelista francés. A lo que yo mismo arruiné, a lo inevitable o todo lo contrario.


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