Estar acompañado no es una vacuna contra la soledad. Por el contrario, la disfraza, la transforma en un monstruo, en algo que no se puede ver.Como un la construcción de un gólem, una máquina asensual capaz de sobrevivir encerrada en la soledad extrema de las ideas y las cadenas asociativas. La comunicación es el mejor antro para la soledad. Es más, la residencia de la soledad es la mente.
Symns.
Me encuentro mejor que nunca porque estoy solo.
Era acaso un solitario con muchas habitaciones.
Dos cabezas y un sombrero, demasiadas tentaciones,
ni leo mis propios versos, si no hay hambre no hay pan duro.
Sentado frente al futuro, me pongo el precio más caro.
Vivimos tanto descaro, tanto amor y cocaína.
Ni el puchero de gallina, ni unidos por el espanto.
Tanto tiempo, tiempo tanto, escuchándome a mi mismo
no supe ver el abismo porque nadie mas miraba.
Lo egoísta, lo perverso, lo que no se escribe en verso.
Lo invisible del mandato, las palabras importantes,
lo saben los navegantes que viven en una lata.
En el medio de los mares, continentes liquidados
lo saben cuatro soldados que no vuelven de la guerra.
Lo sabe la suerte perra, la suerte que nunca existe.
Porque el día que te fuiste, me hiciste el mejor regalo.
Era acaso un solitario con muchas habitaciones.
Dos cabezas y un sombrero, demasiadas tentaciones.
Todo lo bueno y lo malo, era un chiste y nada importa.
Me voy para hacerla corta, porque me gusta estar solo.
Sólo para hacer mis cosas, para decirlo mejor.
Porque no existe el amor cuando no existen rencores.
A la flauta, mal de amores, qué desperdicio de vida.
Nacido ateo, señores, porque no creo ni en dios.
Mucho menos creo en dos, la mancuerna permitida.
El ego entonces, amigo, es pensar lo permitido,
es creer que se han vivido importantes sensaciones.
Que llamamos sentimientos, cuatro vientos, mal de amores,
pido permiso señores, digo ego y no me espanta.
Digo lo que se me canta, canto lo que nunca dije.
Si yo mismo lo predije en ochocientas canciones.
Perdonen las emociones, si no creo en la emoción.
Creo más en la canción, no creo en el corazón.
Dónde mierda está el amor cuándo no se necesita.
Grita el sordo que se ahoga en el mar de agua bendita.
Creo más en la canción, no creo en el corazón.
Dónde mierda está el amor cuándo no se necesita.
Creo en el fuego, pero no creo en el amor que quema.
Creo en el agua, pero no creo en el amor que ahoga.
Creo que el viento, pero no creo en el amor que vuela.
Creo en la tierra y en el destierro, soy un perro sin amor.
Contento con un hueso, con la mano de un amigo.
Digo lo que se me canta, canto lo que nunca dije.
Si yo mismo lo predije en ochocientas canciones.
¿En el amor de una chica?
No pienso morir por eso.
