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Por Calamaro - Foto: Calamaro

Besar al santo

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Despertar de un sueño, desde la trinchera de un escenario que flota en todos los tiempos.

Día 12 MDQ

Dormí muchas horas y desperté soñando algo interesante, intenté seguir durmiendo hasta pasado el mediodía para seguir soñando más, para averiguar más del sueño.

Una casa de instrumentos, que podría ser perfectamente la Yamaha, sacaba a la venta una serie de instrumentos insólitos, todos y cada uno desafiaba lo que entendemos por instrumentos eléctricos tradicionales y ninguno podía tocarse como un teclado de piano u órgano, guitarra o bajo eléctrico. Coloridas y extrañas combinaciones de cuerdas o teclas (en algunos casos) sin lo que conocemos como escalas de doce notas.

Primero me dejaban un extraño catálogo en el hotel, después veo los instrumentos en el escaparate, finalmente entro a la tienda a probarlos en el poco tiempo que tengo. Cosas parecidas a guitarras pero con exóticas combinaciones de cuerdas y encordado, teclados sonando como selvas o elementos sonoros que, ahora despierto, olvido; instrumentos muy poco prácticos o inútiles para interpretar la música que escuchamos normalmente.

Quise seguir durmiendo, lo intentaba. Más tiempo para entender que esta serie bizarra podía estar anticipando música del futuro, ya sin acordes ni melodías como las conocemos ahora. Se van borrando las imágenes nítidas de los instrumentos que no existen. Tocamos en Mar del Plata, Amsterdam. De esta ciudad mítica tengo imágenes imborrables y otras ya olvidadas pero me consta haber visto y vivido.

Y a veces prefiero no inundarme de memorias, mucha agua y muchos puentes. Mucha delicia, muchos compañeros, algunos que no vuelven más a estas playas. Preciosas mujeres y momentos que vale tanto la pena haber vivido para receordar y olvidar.

La guía de teléfonos del cielo y el infierno, la del verano mortal, la de las temporadas, la de Vinicius de Moraes y Goyeneche.

El mundo Mar del Plata.

Mortaja del negro y caída en desgracia de gigantes, cuna de campeones del mundo, broncas y entreveros, puerto y cementerio de barcos. Que todo lo que pueda decir es poco. De costa a costa.  

Del Pacífico al Atlántico, de Concepción en Chile a Mar del Plata. Buen recital en su circunstancia. Nos gustamos. Fue el preferido de Germán y eso es mucho decir. Estrenamos Diego Armando Canciones con un notable alto. Cambiamos un poco el final del concierto, la coda de Los Chicos. Detalles que estrenamos esta noche. Advierto una diferencia notable entre estas gira y otras anteriores, una gran expectativa. Hace tres años hicimos la (de momento única) gira “en acústico” de nuestra historia, ya son seis años sin tocar -en la Argentina- con guitarra eléctrica; la expectativa es justa entonces, merecida. Sé la entiende. Parte del soberano nos sigue hace años y creció con nosotros.

Las expectativas, justicia poética, tienen sus perfiles. Espero las hayamos colmado (las expectativas), demasiadas o demasiado pocas son expectativas. Ahora Mar del Plata, la patria chica de mis amigos, cuna de genios argentinos, Amsterdam portuaria, mortaja de leyendas y vacaciones del pueblo. Ni menos ni menos.

Legendaria Mar del Plata de los teatros, las comedias pícaras, mil temporadas, Uby Sacco, las tragedias que llegaron a las tapas de los diarios (portadas de los periódicos) y el delito, la segunda casa de Enrique, la primera de Rodolfo, la última del Negro.

Recuerdo este balneario de toda la vida, cuando los carnavales eran carnavales, de venir con Los Abuelos, con Los Rodriguez y con una rubia loca (más linda que loca), también con divinas morochas de … (seré preciso) .. Mar del Plata. El recital de esta noche lo disfrutamos y lo trabajamos.

Legendaria Mar del Plata de los teatros, las comedias pícaras, mil temporadas, Uby Sacco, las tragedias que llegaron a las tapas de los diarios (portadas de los periódicos) y el delito

Lo dicho, estrenamos disco, estrenamos canción de canciones y nos inventamos un final con el pulso de Nirvana y Música Ligera. Dejé todo lo que tenía en el escenario del Polideportivo, donde el Látigo ganó La Corona del mundo. Donde Manu anotó dobles y triples. Y peleó Mano de Piedra Durán. Mar del Plata y sus secretos portuarios y delincuenciales. Donde Diego metió sus dos primeros goles oficiales con Argentinos Juniors y ganó su último título con la Selección en 1993. Nos encontramos con el público argentino que ya es famoso en el mundo por su calor. Hacía frio afuera y calor adentro.

Tratamos de no desbocarnos pero costaba, de todos modos templamos porque hay que templar. Llegar a MDP y besar el santo en un Polideportivo lleno hasta arriba es un gran privilegio. Como soñar despierto.

Foto: Calamaro

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