Hay cosas o cuestiones que matan sin avisar y muchas no dejan ni cadáveres.
Sonriendo nadie disimula su propia muerte así como es imposible detener cada segundo ni para recuperarlo.
La impuntualidad aterra mas que cualquier crimen o ausencia.
Tanto tiempo perdido esperando lo que quizás al fin no importa. Asesinato de horas amontonadas en el plexo solar tarde o temprano pero nunca en su hora exacta.
La paciente vida igual acecha tan fiel como siempre en esquinas sin fin jamás abandonadas.
Vaivén
Tengo miedo.
De caer del tiempo.
Porque es el único Dios que nos queda.
Aria
Porque das al que calla y quitas a quien no supo dar.
Así también te incumben asuntos tan secretos retrocediendo lo oscuro ante tus garras de cristal.